Barbie aterrizó en la realidad mexicana de aglomeraciones y reventa

En el primer fin de semana de la cinta de Greta Gerwig, muchos fans del personaje –entre ellos, mujeres de más de 40 años– se tomaron fotos con la parafernalia que instalaron en las salas. María Luisa Severiano

El fin de semana, la fiebre rosa se instaló en las salas de cine de la capital mexicana con miles de asistentes al esperado estreno de Barbie. A nivel mundial, rompió récord para una directora, pues el filme de Greta Gerwig recaudó en taquilla 337 millones de dólares.

Las salas se abarrotaron y se cumplió la experiencia completa con la elección de la vestimenta adecuada en color y estilo, o aunque fuera alguna prenda del tono representativo. De igual manera, se viralizaron fotografías que causaron comentarios discriminatorios y denuncias de enojo porque los productos promocionales se acabaron en las dos cadenas comerciales de cines a sólo minutos de la primera función del jueves.

En Estados Unidos y Canadá, Barbie recaudó 155 millones de dólares durante el fin de semana. Fue el mejor lanzamiento del año y los primeros días superó los 100 millones que se gastó en la producción de la muñeca más famosa del mundo.

Con Barbie puedes ser lo que tú quieras, de acuerdo con la muñeca adulta y rubia, quien no sólo es hermosa, sonriente y glamorosa, sino que ejerció todas las profesiones: veterinaria, patinadora, bailarina de ballet, doctora y astronauta. Por si fuera poco, tiene una mansión, un poni y un automóvil deportivo.

Si vas al cine, puedes ser Barbie, meterte en una gigante caja rosa y posar para la foto, como si estuvieras en tu empaque original.

Muy temprano, el jueves, primer día de proyección, en una de las salas del sur de la capital ya se veía el caminar presuroso de los primeros en llegar para ver película protagonizada por Margot Robbie y Ryan Gosling. Semanas antes comenzó la preventa en taquillas digitales. En todas las tonalidades, a veces con colores flourescentes, el rosa los delataba. Se vieron zapatillas con adornos de plumas, minifaldas, lentes oscuros; la bolsa, el cabello teñido de rubio o las mechas color buganvilia.

Eran muchas las jovencitas que desfilaron, pero también las mujeres de cuatro décadas que crecieron con esta muñeca; sin embargo, no acudieron solamente mujeres, sino también parejas de varones. Fue irresistible la oportunidad para lucir la mejor tendencia de los años 90 y la primera década de este siglo. Abundaron los niños, a pesar de que la clasificación del filme es para mayores de 13 años.

Con Barbie puedes ser un padre que, con tutú rosa y botas vaqueras, llevas a tu pequeña hija al cine; un orgulloso hombre que, con camiseta entallada y brillos, acude a la sala aunque no cumpla con los estándares del cuerpo perfecto de Ken. O puedes ser el adulto mayor que amorosamente fotografía a su Barbie pareja de cabello plateado en la pasarela de la muñeca. Estas fueron algunas imágenes que se hicieron virales en redes sociales. Desataron aplausos, pero también burlas y críticas.

En las salas, por el bullicio ya no se podían conseguir el vaso conmemorativo y la palomera de diseño especial. Era un logro llegar al final de la fila para comprar las palomitas especiales rosas. Desde las primeras horas de proyección, en Internet se anunciaron en reventa los productos promocionales hasta 10 veces más de su precio original.

Barbie dejó su mundo de ensueño y llegó al mundo real.

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