Arte en la colonia Narvarte

Siete años después de los asesinatos de Alejandra Negrete, Mile Martín, Yesenia Quiroz, Nadia Vera y Rubén Espinosa en la colonia Narvarte, solo unos pocos vecinos recuerdan estos hechos como algo trascendente, otros ni siquiera saben por qué se cerró la calle, y dónde. Día tras año, amigos y familiares celebran un festival de arte y memoria.

Arte en la colonia Narvarte

Pocas personas que pasan por el portón de Luz Saviñón en 1909, en el barrio de Narvarte, entienden el 31 de julio el alboroto, en la calle hay una carpa donde los artistas tocan canciones y recitan poemas. A diferencia de los transeúntes, los oyentes no olvidaron que en el departamento ubicado en el cuarto piso, hace siete años, ocurrió un crimen que hoy permanece impune.

Arte en la colonia Narvarte

Todavía no asimila uno, es difícil, y más porque no hay justicia», dice Indira Alfaro, madre de Yesenia Quiroz, una de las mujeres asesinadas, frente a la placa que recuerda a las cinco víctimas.

«Ella tenía 18 años, apenas empezaba a vivir, tenía muchos sueños, yo la recuerdo todos los días. Es difícil, dicen que con los años se olvida, pero al contrario, duele más», dice la señora con el corazón hecho pedazos, que solo sigue por el recuerdo de tener el corazón de su hija en el suyo.

Hace siete años la activista Nadia Vera, la trabajadora doméstica Alejandra Negrete, la modelo Mile Virginia Martín, la estudiante Yesenia Quiroz Alfaro y el fotoperiodista Rubén Espinoza fueron asesinados en este departamento. A pesar de que la entonces Procuraduría de la Ciudad de México (hoy Fiscalía) presentó avances, detuvo a tres personas y dictó sentencia en contra de un responsable, los familiares de las víctimas concuerdan en que no se ha esclarecido el caso.

Los familiares de las cinco personas, junto con peritos especializados y sus abogados, realizaron investigaciones por su parte, obtuvieron material en video nuevo y se dieron cuenta de que en el multihomicidio participaron cinco personas, y no tres, como señala la versión de las autoridades. En ellos se observa un vehículo que no se menciona en la carpeta de investigación, tripulado por dos personas que acompañó a una camioneta en la que viajaban otros tres implicados.

Este domingo, justo frente al edificio de departamentos pasa un joven con su perro, prefiere no decir su nombre. No había caído en cuenta de la fecha ni del porqué del evento, pero sí lo recuerda. Dice que lleva viviendo en la colonia 15 años, también dice que a pesar del delito, no se perdió la tranquilidad de la colonia. 

“Esta es una zona residencial cerca de otras colonias como La Postal, la Doctores y la Buenos Aires, entonces se aprovechan de eso para poner muchas casas de seguridad”, dice muy seguro. “La verdad no se me hace raro lo que pasó, ni que tampoco haya justicia, por lo que dicen ¿no?”. 

La señora Lucía pasa por enfrente del 1909 de Luz Saviñón. Tiene 64 años y 40 de ellos ha vivido aquí. Está feliz de que hoy se cierre la calle y se haga memoria, porque no muchos recuerdan lo que sucedió. “Me da mucho pesar, y está bien que les traigan música. Yo una vez les dejé una macetita con flores, ahí en la placa, pero alguien se la llevó”, lamenta. 

Más tarde, por la noche, los mismos familiares que asistieron al departamento por la mañana llegaron a las puertas de Palacio Nacional, donde trabaja y reside el presidente. Después del festival de arte, recuerdan que siempre es necesario pedir justicia, cuidar la memoria bailando, cantando y riendo, como por la mañana, pero no descansar hasta que haya justicia, recordaron por la noche. 

Ahí, frente a las fotografías de sus seres queridos adornadas por flores, Araceli Osorio, activista y madre de Lesvy Berlín, víctima de feminicidio, acompañó a las víctimas y demandó a las autoridades: 

“Necesitamos certeza y necesitamos saber. “Nosotras, las familias, tenemos que resguardar su memoria, pero hay que recordar que este es un trabajo colectivo, la memoria es algo que para nosotras se vuelve fundamental, esto es lo mínimo que podemos ofrecerles, que su memoria esté ahí, presente, que su memoria no solo sea entre su familia y sus amigues. Hoy más que nunca, en este país, debe ser colectiva para que perdure”. 

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