La ‘ciudad-teatro’ del sur de Francia

Aviñón se convierte cada año en el epicentro de las artes escénicas, en el marco de su muy reconocido Festival Internacional de Teatro, una tradición que cumple 76 años y que toma todos los espacios de la ciudad. 

Entre ellos, el Palacio de los Papas, el monumento más imponente de la ciudad, que data del siglo XIV, cuando Aviñón fue la sede del catolicismo. En ese edificio medieval se abre tradicionalmente el Festival de Aviñón, este año con un invitado de lujo, el director de teatro ruso Kirill Serebrennikov. 

El conocido artista y disidente presentó el festival con su adaptación de ‘El Monje Negro’ de Anton Chéjov, un relato sobre la locura y la fragilidad humana. La pieza narra la historia de Andrei, un intelectual con los nervios de punta, atormentado por el fantasma de un monje negro hasta hundirse en la locura. 

“El personaje principal está frente a una situación crítica, que cualquiera podría vivir. Pero lo que más me interesaba explorar es ese momento en el que debemos tomar una decisión crucial: si aguantar o abandonarnos a la locura”, dijo a Carrusel de las Artes el dramaturgo Kirill Serebrennikov. 

Una tragedia griega pero moderna 

La 76ª edición del Festival de Aviñón presenta una programación con 40 piezas y puestas en escena inéditas. Allí encontramos una tragedia griega reescrita y modernizada para el público del siglo XXI. “Ifigenia” es desde la antigüedad, un símbolo del amor filial sacrificado en nombre del bien común, una obra maestra sobre la ambición humana. 

La historia de Ifigenia, la hija del rey Agamenón dada en sacrificio en la guerra contra Troya, ha sido llevada al teatro por Eurípides, Racine o Goethe, entre otros. Más recientemente el autor portugués Tiago Rodrigues desempolvó este relato transformando a las mujeres del coro y a Ifigenia en féminas que no aceptan la locura bélica de los hombres. 

“Este texto es magnífico y a la vez escalofriante. Esa joven mujer, Ifigenia, que al final dice ‘no’, es la clave de todo. Sigue siendo una tragedia, pero con la posibilidad de otro final. Una tragedia siempre habla de un héroe que debe escoger entre dos imposibles. Es el caso de Agamenón. Pero aquí las mujeres se expresan claramente: ellas no quieren la guerra, ni tampoco que los hombres repitan las mismas acciones, que llevan a las mismas desgracias de siempre. Ellas saben que hay otra opción; es lo que es estremecedor”, explicó la directora de teatro francesa Anne Théron. 

Una oferta masiva en el “off” 

Aviñón es también el escenario para el que llaman el “off”, es decir, el festival paralelo, que ofrece una avalancha de espectáculos: más 1.500 piezas para todos los gustos que se presentan durante las tres semanas de festival. 

Los artistas colocan afiches por toda la ciudad, invitando a los pasantes a venir a los 130 teatros de Aviñón. En esa vorágine de posibilidades encontramos una pieza que nos habla de un viaje desde Europa hasta el país en el centro del mundo, ‘Ecuador’. 

Se trata de la puesta en escena de la novela del escritor franco-belga Henry Michaux, quien se embarcó, en diciembre de 1927, en un viaje a Ecuador. Un periplo que el escritor plasmó en este relato que oscila entre realidad y fantasía. La compañía internacional Le Navire llevó este texto a Aviñón, en una puesta en escena cargada de música, interpretada por la directora y músico Marguerita Marincola, y el actor colombiano Marlon Bibiscuth Rincón. 

Pézenas festeja los 400 años de Molière 

En este programa, fuimos a la ciudad medieval de Pézenas para conocer un poco de la vida de Molière, el padre del teatro francés, cuando se cumplen 400 años de su natalicio. Antes de brillar en Versalles con el rey Sol, Molière se desempeñó como dramaturgo y animador personal del gobernador de la región, un noble de la casa de Borbón. 

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