Federico de Dinamarca sorprende con la publicación de un libro tres días después de convertirse en rey: junto a su “compañera” Mary ha logrado la “estabilidad” para reinar

Llegó al trono danés del domingo tras la abdicación de Margarita II. Este miércoles publica por sorpresa un libro en el que reconoce sus dificultades para aceptar su papel como príncipe heredero, habla de su matrimonio y de lo mucho que ha aprendido junto a la reina Mary. Porque no por ser rey tiene que llevar siempre la razón.

Acaba De Firmar Su Llegada Al Trono, Casi Por Sorpresa Después Del Anuncio De Abdicación De Margarita De Dinamarca, Pero Federico X Ha Publicado Hoy Un Nuevo Libro, Titulado Kingeord (En Español, Palabra De Rey), En El Que Expone “Sus Pensamientos Y Consideraciones Detrás De La Palabra Del Rey”, Habla De Su Relación Con El Reino, Sobre La Familia, El Matrimonio Y El Viaje “Por La Vida De Un Joven Aspirante A Príncipe Heredero A Un Hombre Maduro, Hombre De Familia Y Monarca”.

Lógicamente Su Primer Libro Siendo Rey Danés, Título Que Ostenta Desde Hace Solo Tres Días. Como Es De Suponer El Libro, Cuyo Autor Es Jen Andersen, Escritor De La Biografía De Federico Como Príncipe Heredero, Se Fue Fraguando A Través De Distintas Conversaciones Mantenidas Por Andersen Con Federico Siendo Príncipe. Nada Más Anunciar Margarita Ii El 31 De Diciembre Sus Planes Para El 14 De Enero, La Editorial Que Lo Preparaba Politikens Forlag, Se Puso Manos A La Obra Con La Intención De Tener Listo El Título En Los Primeros Días De Reinado De Federico. A Través De Sus 112 Páginas Divididas En Seis Capítulos, El Rey Reflexiona Sobre Su Vida En La Familia Real Danesa, Expone Sus Temores Juveniles Sobre Ser Rey Y La Evolución Para Aceptar Su Destino, Habla La Elección De Su Lema, De Su Visión Del Clima Y, Por Supuesto, De Su Familia, De Su Matrimonio Y De Relación Con La Ahora Reina Consorte, Mary Donaldson.

Estos Son Los Algunos De Aspectos Más Destacados De Los Que Se Está Haciendo Eco La Prensa Danesa.

¿Rey por sorpresa?

“Realmente no lo veo como una transición abrupta para convertirse en regente. Está claro que habrá aún más tareas y también algunas ligeramente diferentes que antes, pero seguiré siendo la misma persona y mi enfoque también será el mismo que antes”, dice Federico X sobre su llegada al trono tras la abdicación de Margarita II. El anuncio de la reina de 83 años sorprendió a los daneses que esperaban que la sucesión en el trono no llegara hasta el fallecimiento de la monarca, como es tradición en la monarquía de Dinamarca. Pero ella quiso cambiar las cosas.

Quería ser uno más

En el capítulo titulado De príncipe heredero a rey, Federico X confiesa sus dificultades para aceptar quién era y cómo vivió la idea de llegar algún día a convertirse en soberano de su país. «Sólo quería ser como cualquier otro chico de mi edad, y durante muchos años llamarme ‘rey’ no era algo que quisiera en absoluto». “Recuerdo mi cumpleaños número 18 como algo cercano al fin del mundo. Era la sensación de que ahora todo lo divertido y emocionante estaba llegando a su fin”, reconoce.

Mary, una “compañera” que le recuerda que no siempre tiene razón

Con la madurez que le dieron los años, fue aprendiendo cuál era su lugar en Dinamarca y en la Casa Real. Puede que a ello le ayudara Mary Donaldson, con quien se casó hará pronto dos décadas y con quien ha tenido a sus cuatro hijos, Christian de 18 años, Isabella de 16, y los mellizos Josephine y Vincent de 13 años. “Mary es mi compañera y mi compañera de ala, por usar una expresión de piloto, y tenemos una súper dinámica. Nos beneficia enormemente cuando preparamos todo, desde visitas a iglesias y ceremonias de premiación hasta mesas de Año Nuevo y visitas de Estado», dice Federico en su libro. Han alcanzado “un punto estable” en una vida en la que cada uno puede perseguir sus propios intereses, pero también compartir otros en los que “profundizar” juntos.

En las páginas finales reflexiona sobre Mary, a quien describe como “una mujer de su tiempo” muy consciente de cómo quiere ser y ayudarle como reina. Aunque creció con un “padre muy patriarcal” que “trató de transmitir ese patrón a sus dos hijos”, dice, en su casa las cosas son hoy diferentes. “He aprendido mucho al tener una esposa que, de vez en cuando, me recuerda que, por supuesto, no siempre tengo la razón y que mis palabras no se creen automáticamente, solo porque soy el hombre de la casa”.

De la intimidad de su vida familiar revela que el matrimonio con sus hijos reza cada día “la oración de la tarde”, como “una pequeña pero viva expresión de nuestra fe”, cuenta. Algo —rezar— de lo en su adolescencia no disfrutó especialmente: “A nuestra querida madre no le parecía mal, pero llevar a los hijos irascibles a la iglesia domingo tras domingo quizás no fuera la mejor solución”.

El apoyo de su padre

El rey Federico recuerda a su padre, el príncipe Henrik, en el primer capítulo del libro: «Ha pasado tanto tiempo desde su muerte que hoy puede volver mejor a los recuerdos», reflexiona sobre su progenitor fallecido en 2018. De él aprendió el enfoque francés de las cosas, “ideas más amplias sobre la libertad y la democracia, además de no tomar las cosas demasiado en serio”. Cree que su padre le apoyó en su proceso vital, aunque no se lo dijera o lo admitiera directamente, y que hoy, Henrik podría reconocerse en él.

Recuerdos infantiles con su hermano Joaquín

Aunque no tiene recuerdos claros sobre su abuelo Federico IX fallecido el 14 de enero de 1947, 52 años exactamente antes de que él llegara al trono, cuando el pequeño príncipe tenía 5 años, sí conserva algunos de la infancia, sobre todo los días que sus niñeras lo llevaban a él y su hermano Joaquín de ‘excursión’ por Copenhague.

Diferencias de su reinado con el de Margarita II

En el último capítulo del libro, se refiere a los planes que tienen él y Mary para su reinado: “Lo vamos a hacer diferente a mi madre, tanto en la organización y administración de la Casa Real, como en cómo compaginamos familia, trabajo y tiempo libre”. “Mary y yo somos hijos de nuestro tiempo y hemos recibido una educación diferente a la de mi madre y a la de mi abuelo”, y eso se notará, apunta, en su manera de ser rey y reina.

Su lema

A lo largo del libro menciona en varios momento el lema elegido para su reinado, algo con lo que continúa una tradición comenzada con Federico VIII en 1909 y que a él siempre le ha puesto “la piel de gallina», por lo que significa, “la base de quiénes somos ”, de su cultura y su sociedad. Federico X reveló el suyo el domingo, en su primer discurso como rey en el balcón del palacio de Christiansborg: “Unidos, comprometidos, por el Reino de Dinamarca”. Ha recibido críticas en su país por no mencionar a Dios directamente en el lema —como sí lo hacía el de Margarita II en “La ayuda de Dios, el amor del pueblo, la fuerza de Dinamarca”—, pero Federico considera que la expresión “unidos” debe entenderse como “unidos entre sí, unidos con Dios y unidos con la historia”.

Un rey ‘verde’

Él será un rey ‘verde’. «Como pareja real, nos preocupa poder contribuir a que el planeta pase a la siguiente generación en buenas condiciones, lo que requiere que impulsemos la transición verde. Por lo tanto, apoyaremos en la mayor medida posible los esfuerzos para la conservación de la naturaleza, la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático», avanza.

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