El director de la cinta reveló varias de las razones por las cuales el cantante rechazó el papel del príncipe Eric
A casi dos meses del estreno del live-action de La Sirenita, el director Rob Marshall confirmó los rumores acerca de que Harry Styles iba a interpretar al Príncipe Eric para la nueva versión, y aunque si existieron conversaciones con el ganador del Grammy, éstas no llegaron a convencerlo de ser el protagonista de esta historia.
Desde que el cantante se encontraba en el grupo de One Direction, varios de sus seguidores decían que si en dado caso Disney hacía una versión live action de la sirenita, él podría ser el príncipe perfecto, haciendo edits de Styles como el personaje. Mismo caso le sucedió a su ex compañero Zayn Malik con el personaje de Aladdin, que aunque no fuera elegido para la película, el intérprete realizó la canción oficial de la cinta.
Según contó Marshall, para Entertainment Weekly, las razones por las que Styles no quiso participar fueron que quería hacer películas más oscuras y no quería estar en un musical mientras daba el salto de estrella del pop a actor.
“Nos reunimos con él. Él era encantador. Qué tipo tan maravilloso”, dijo Marshall. “Pero al final del día, realmente sintió que quería salir y hacer las películas que terminó haciendo, que eran un poco más oscuras”.
“Para muchos músicos jóvenes como Harry, estás tratando de abrirte camino y no quieres ser visto como un cantante, necesariamente”, agregó Marshall. “Es por eso que realmente estaba buscando hacer algo que no fuera del género musical, para realmente esforzarse. Realmente fue una idea divertida con la que jugar, pero al final, siempre pienso que las cosas suceden por una razón. Estoy muy feliz de tener a dos personas jóvenes y nuevas en la película”.
El director escogió a Hauer-King para ser el coprotagonista de Halle Bailey en esta nueva producción que se estrenará este 26 de mayo, dando oportunidad a las nuevas generaciones de actores.
Mientras tanto Harry Styles obtuvo papeles secundarios en Don’t Worry Darling de Olivia Wilde y el drama My Policeman, ambos proyectos se adaptaron a una audiencia adulta, cumpliendo con esto su objetivo de interpretar papeles más serios y oscuros.
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