Geroca relata con su pincel la locura de la ciudad

Las crónicas visuales del monero y artista plástico vuelven a los muros de la Taberna El Cerdo de Babel con la exposición ‘Apuntes de un transeúnte’

Geroca vive las ciudades a pie, a nivel de calle, pero su pincel vuela y su ojo se mete por los rincones. El artista plástico vuelve a plasmar el entorno urbano desde su particular mirada en la exposición “Apuntes de un transeúnte”, que se inauguró este jueves en la Taberna el Cerdo de Babel.

Integrada por 90 piezas de diferentes tamaños, la muestra reúne un año de trabajo, de juegos compositivos, de crítica social y de intrincados escenarios, llenos de personajes tan locuaces como reales.

“Es un observador de la calle, que la camina. De los 90 cuadros y en la mayoría ese es el pretexto y a partir desarrolla escenas donde suceden muchas cosas, del acontecer de ciudades como Saltillo, Monclova, Monterrey y Parras”, compartió  Sergio Castillo, socio del Cerdo de Babel y galerista del pintor.

Nuevamente las obras que más llaman la atención a primera vista son aquellas en las que Geroca toma los cielos para plasmar perspectivas imposibles, sobre todo del Centro Histórico de Saltillo, y que aún así se antojan familiares, con iconos arquitectónicos elevándose sobre el paisaje y las calles rebosantes de personajes que interactúan en incontables escenas únicas.

Asimismo, los bares y cantinas que suele frecuentar vuelven a aparecer como los sitios predilectos para ubicar sus historias gráficas, aunque, como lo señaló Castillo, debido a distintas circunstancias este año no pudo viajar tanto como en el pasado, por lo que se nota una “añoranza” a estos espacios.

Otros temas que regresan son la Plaza de Armas cerrada al público —la cumplió tres años en este estado el pasado mes de septiembre—, así como el uso inconsiderado del celular, que incluso llega a causar un accidente en uno de sus cuadros, práctica que también cuestiona desde su arte.

“De primera mano critica la falta de accesibilidad para los peatones en general”, compartió el gestor cultural, “también hay una crítica a la violencia urbana de ciertos barrios, el tema de la prostitución, aunque aquí solo lo retrata, él no es moralino. En el cuadro principal vuelve a retratar la Plaza de Armas cerrada con fuerza armada”.

Con 17 años de colaboración con el Cerdo de Babel, Geroca ha entrado en el gusto no solo de los coleccionistas saltillenses, sino también de otras partes del país, que buscan su obra con mucho interés.

Castillo asegura que esto se debe no solo a las particularidades lúdicas de sus composiciones, en las que “te puedes perder horas”, sino también a su capacidad de síntesis de las realidades que observa desde su discreta mirada, que llegan al público a veces de forma incómoda, pero certera.

También te puede interesar