Estanislao Bachrach y la maldición a dos monjes que le cambió la vida: “Descubrí la relación entre espiritualidad y ciencia”

El doctor en Biología Molecular, especializado en neurociencias, acaba de publicar “ZensorialMente”. Su vínculo con la meditación y la reflexión sobre cómo nuestros pensamientos pueden mejorar o empeorar nuestras experiencias.

Hace veinte años, Estanislao Bachrach estaba investigando como postdoc en la Escuela de Medicina del Hospital de Niños de Boston, y por las noches era docente de Biología Genética y Molecular en la Harvard Faculty of Arts and Sciences. Vivía un momento de extrema tensión y una noche particularmente tensa, haciendo la fila para pagar en un mercado, dos monjes budistas lo golpearon sin querer con el carrito de las compras. “Al sentir el golpe, me di vuelta y los maldije en español casi gritándoles, comportamiento motivado por mi estado emocional displacentero y, obvio, por debajo del nivel de mi conciencia”, cuenta Bachrach en ZensorialMente, su último libro.

“Unos minutos más tarde me arrepentí de mi accionar. No creo que los monjes hablaran español o me hayan entendido, pero sin ninguna duda descifraron mi estado general. Me sonrieron, lo cual no solo me descolocó, sino que además hizo que me tranquilizara un poco. Inmediatamente después de que les gritara y me sonrieran, me entregaron un panfleto”, sigue el autor. Era una invitación a una conferencia que el Dalai Lama iba a dar en el MIT. Bachrach fue: “Allí se despertó mi interés por la meditación, las neurociencias y la relación íntima entre la espiritualidad y la ciencia”.

–¿Por qué decís que el mundo del budismo es parecido al mundo de la biología del cerebro?

–Porque hablan de lo mismo: de los pensamientos como herramientas para hacerte sentir mal o para cambiar y hacerte sentir mejor. Tus pensamientos pueden jugarte una mala pasada y que estés mal muchos años de tu vida. Más la cultura occidental, que te empuja a tener para ser feliz, cuando claramente tener muchas cosas no impacta en tu felicidad. El camino no es hacia afuera, sino hacia adentro. La biología del cerebro te demuestra lo mismo, que podés generar más bienestar en tu vida si cambiás hacia adentro, si decidís dónde querés cambiar y usás una técnica. Lo que pasa es que el científico busca evidencias, formula hipótesis y lo tiene claro sin haber hecho nada de eso.

-¿Cómo fue tu descubrimiento de todo esto?

-Yo estaba en una búsqueda personal, porque estaba incómodo en algunos apectos de mi vida, y buscaba herramientas y metodologías que me permitieran estar mejor. La cantidad de información interna que tenés que todo el tiempo te está diciendo algo, y cómo aprender a leerla. Cuanta más información tenés de vos mismo, probablemente tomes mejores decisiones y te sientas mejor. Todos tenemos la capacidad de registrarnos internamente y, cuando lo hacemos, esa información te permite tomar mejores decisiones y generar mayor bienestar en tu vida. La propuesta de ZensorialMente es cómo puedo prestarme atención a mí mismo, a mi cuerpo, a mis sensaciones y emociones pero sin juzgar lo que siento, sin criticarlo.

–Esto último se parece bastante a lo que en algunas escuelas de meditación se llama estado “alfa”, un estado de conciencia en el que la persona no juzga o directamente no piensa, porque está en una especie de presente puro, ¿te referís a algo así?

–“Alfa” son las ondas cerebrales de la calma. El estado que vos decís es un estado en que te das cuenta de que tu cuerpo es energía, está en permanente movimiento hacia todos lados y podés sentir o experienciar el movimiento de tu cuerpo, la energía de tu cuerpo. La materia está compuesta básicamente de energía; y la Vipassana es una meditación que hacés durante diez días y al octavo, noveno, eso lo sentís, ya no es que sólo lo sepas sino que tenés la experiencia.

–¿Y podés permanecer ahí?

–Unos segundos. ¿Para qué querría permanecer?

–Por eso que decías de no criticar y no juzgar. Para poder sonreír cuando en el mercado alguien te insulta por un accidente tonto, como esos dos monjes.

–La experiencia la viví. Cuando te pasa, estás probando, estás experienciando que sos energía. Pero para la ciencia ya estaba comprobado.

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