Leonor de Todos los Santos de Borbón y Ortiz es la Princesa de Asturias y, por lo tanto la futura reina de España, ya que es la primera en la línea de sucesión al trono español. Es la primogénita del Rey Felipe VI y Letizia Ortiz y tiene una hermana pequeña, la infanta Sofía.
La princesa Leonor cumple 18 años, ¿cuál será a partir de ese momento su papel dentro de la monarquía?
Ahora deberá jurar la Constitución, como ya hizo su padre al cumplir la mayoría de edad en 1986, “guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos”. Y seguir formándose. En las Fuerzas Armadas y después con estudios universitarios. Probablemente irá adquiriendo mayor papel institucional y de presencia en actos públicos de carácter cultural o social. No creo que, de momento, tengo una presencia más allá de estas competencias, aunque no descarto algún voluntariado solidario como han hecho otros herederos europeos.
¿Qué dificultades entraña para ella esa mayoría de edad al ser la heredera de cara a la imagen pública?
Lógicamente perderá parte de la libertad que ha tenido en sus años más jóvenes. No debe ser fácil para una chica de su edad estar permanentemente sometida al juicio público. También saldrá y se divertirá con sus amigos, es absurdo pensar que no lo hace, pero tendrá que ingeniárselas para conseguir algunos momentos de privacidad. Hoy todo está muy escrutado y se analizará cada uno de sus movimientos y looks. Si engorda, adelgaza, cómo viste o se expresa…Tendrá una agenda un poco más completa y ello le obligará a cumplir con unas responsabilidades diferentes a las que tengan sus amistades.
Entiendo que tanto ella como su hermana la infanta Sofía toman clases de protocolo, ¿cuáles son las bases que se enseñan a una futura heredera desde pequeña?
Desde niñas han recibido lecciones de “saber estar” y por ello se mueven con solvencia en ambientes diferentes a los que corresponden a otros jóvenes de su generación. ¡Lo difícil es hacerlo cuando has crecido ajeno a todo ello! No había más que verlas el día de la proclamación de Felipe VI en 2014. Eran muy pequeñas y se comportaron a las mil maravillas. Nada que ver con cualquier otro niño educado fuera de lo que van a ser sus obligaciones. Pero en su caso, no presenta dificultad. Están, como se dice, educadas para ello. Hablan idiomas, han viajado, conocen mundo y parece que les gusta la lectura. Así que, si son espabiladas, como dicen que son, no tendrán ningún problema en esas cuestiones.
