De acuerdo con el diario Le Monde, Dahbia B., de 24 años, nació en Argelia en 1998 y llegó a Francia en 2016 con un permiso de residencia para estudiantes. En 2018 fue víctima de violencia doméstica, según los registros policiales
Las investigaciones en torno a la sospechosa de asesinar a Lola, una niña de 12 años cuyo cuerpo fue encontrado en una maleta en una calle en París, hablan de una vida marcada por la violencia y la marginación.
De acuerdo con el diario Le Monde, Dahbia B., de 24 años, nació en Argelia en 1998 y llegó a Francia en 2016 con un permiso de residencia para estudiantes.
Sin embargo, en 2018 fue víctima de violencia doméstica, según los registros policiales. Dahbia B. es “desconocida para la policía, excepto que fue víctima, al parecer, de violencia”, dijo esta mañana el ministro de Justicia, Eric Dupond-Moretti, en comparecencia ante la Asamblea Nacional.
El pasado 21 de agosto, detalló Le Monde, la mujer fue detenida en un aeropuerto francés por carecer de permiso de residencia y se le dio un plazo de 30 días para abandonar el país y regresar a Argelia. Sin embargo, al carecer de antecedentes penales, no se le envió a un centro de detención.
Dahbia B. no tenía vivienda, trabajo ni recursos. De vez en cuando, narró el medio francés, se quedaba con su hermana, que vive en el mismo edificio que la familia de Lola, en el distrito 19 de París. Los padres de Lola son los encargados de cuidar el edificio y, de acuerdo con algunos medios, Dahbia B. habría tenido una discusión con la madre de la niña que no la dejaba pasar al edificio.
Le Monde indicó que la hermana de Dahbia declaró ya a los investigadores y dijo que ésta tenía una vida caótica. “Le costaba integrarse”, explicó la mujer, de 26 años y quien detalló algunos detalles que indicarían que Dahbia, como se ha señalado, tiene algún padecimiento sicológico, como el que se despertaba en la noche, haciendo declaraciones incoherentes.
¿Qué ha dicho la sospechosa?
Después de su detención, Dahbia fue interrogada y afirmó haber violado y torturado a Lola, a quien asfixió y le anotó dos números en las plantas de los pies. Luego se desdijo y aseguró que lo que había contado era “un sueño y no la realidad”. También dijo, de acuerdo con la agencia AFP, que dijo haber visto el documento con las declaraciones, se había defendido y luchado “contra un fantasma”. Rechazó haber sido capaz de asesinar a una niña.
Al mismo tiempo, el documento indica que cuando se le mostraron imágenes del cuerpo de Lola, Dahbia B. no mostró empatía alguna. “No me da ni calor ni frío. Yo también fui violada y vi morir a mis padres frente a mí”.
Dahbia está acusada de “asesinato de una menor de 15 años”, así como de “violacón con tortura y actos de barbarie”. Se encuentra presa, según Le Monde, en el centro de detención preventiva de Fresnes (Val-de-Marne).
Las autoridades determinaron necesario hacerle exámenes siquiátricos para ver si sufre trastornos mentales que hayan podido nublar su juicio. Un primer peritaje determinó que no hay “peligro síquico inminente” y que la mujer podía ser interrogada.
La noticia de que la presunta asesina de Lola es una inmigrante fue aprovechada por la ultraderecha francesa para criticar las “laxas” leyes migratorias del país.
