Mick Schumacher: ¿Se le tiene más paciencia en Fórmula 1 por ser hijo de Michael Schumacher?

Después de 30 Grandes Premios, el paso de Mick Schumacher por la Fórmula 1 ha pasado con más pena que gloria. El hijo de la leyenda del automovilismo mundial Michael Schumacher no ha cumplido con las expectativas.

Sigue sin sumar puntos (en las 29 carreras que ha disputado porque se perdió el Gran Premio de Arabia Saudita por un accidente en la clasificación) y su mejor resultado ha sido el undécimo sitio que obtuvo en el Gran Premio de Bahréin de este año. El 2021 fue su temporada de novato y no brilló porque Haas no daba para pelear nada, pero ahora la escudería ha dado varios pasos adelante, se ha metido en la batalla por los puntos y Mick está perdiendo en el uno a uno con su coequipero, Kevin Magnussen.

Adal Franco: Se le tiene más paciencia y se le debe tener aún más. En un deporte como la F1 el talento es sumamente importante, pero el apellido que tiene lo impulsa hacia un punto que es sumamente importante en la máxima categoría, el aspecto comercial. Sigo pensando que no le van a regalar nada porque además es un piloto con mucho talento, lo demostró en la categoría previa, pero claro que ser hijo de Michael le ayuda mucho.

Ciertamente las exigencias deberán ser mayores para con Mick, pero creo que serán hasta la próxima temporada. Sus accidentes han costado muy caro a Haas y todavía no entrega los mismos resultados que su coequipero. Aún así, Haas deberá irse con cautela porque si deciden no renovarlo, cualquier otra escudería lo fichará y en caso de dar resultados será una decisión de la cual se arrepientan muchísimo.

Javier Trejo Garay: Nadie podría decir que la llegada de Mick Schumacher a la Fórmula 1 fue gratuita. Méritos tenía: cursó desde el kartismo, pasando por la Fórmula 4, donde fue subcampeón, luego en su segundo año en la Fórmula 3 terminó como campeón. Lo mismo en la Fórmula 2, campeón en su segunda temporada.

Si bien mérito tenía para llegar a la F1 es cierto también que se “saltó en la fila” a varios pilotos de un tenían currículum similar o incluso mejor. El apellido ayudó, sin duda.

Tampoco era descabellado para un equipo necesitado de recursos como Hass apostar por un joven piloto hijo de una leyenda que podría atraer patrocinadores. Algún dinero habrá ayudado a conseguir el joven Mick.

Pero la historia se escribe carrera a carrera y la verdad es que el piloto alemán ha gozado de mucha paciencia de parte de todos en el equipo. El joven Schumacher está en su segunda temporada y el pretexto de la falta de adaptación ya no cabe. A cualquier otro piloto ya lo habrían echado antes de llegar a este segundo año. Su inconsistencia, sus muy costosos (literal) errores han comprometido los recursos del equipo.

No ha sumado un solo punto y no sólo eso, las veces que ha estado en posición de conseguir alguna unidad, se las arregla para echar a perder el trabajo, no solo de él, sino de todo el equipo.

¿Se le debe exigir más? Sin duda se le debe exigir más, y no por su apellido, sino por la experiencia que ha acumulado. Terminar destrozando autos le ha costado mucho dinero a un equipo que de por sí “vive al día”.

Exigirle no accidentes tontos, no echar a perder carreras, etc. Nadie le pide que gane carreras o que se suba al podio. El equipo no está para esos menesteres. Con que no sabotee el trabajo del equipo y gane algún punto de vez en vez sería suficiente. Pero la empresa para el piloto alemán parece imposible.

Honestamente Mick Schumacher no parece tener con qué hacer frente a esos retos.

Para ser piloto en una categoría tan importante como la Fórmula 1 necesitas además de “manos”, arrojo y talento algo que se llama personalidad y cabeza fría. El joven Schummi ha sido una decepción.

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