Reinserción social en arte de la cárcel

Una incubadora de artistas tiene como objetivo ayudar a las personas privadas de su libertad a vivir del arte a través de sus obras y contribuir así a su reinserción social.

Arte hecha por reclusos

Historias de tortura, discriminación y prisión se cuentan a través de las pinceladas de artistas que emergen del lugar más improbable: la prisión.
“Tenía 18 años cuando me trasladaron al Estado de México y me empezaron a pegar. Fue solo el preludio de tocar la puerta, tehuacán, asfixiarse en un costal y desmayarse mientras los oficiales se reían burlonamente y la única pregunta, «¿Quién te pagó para matar al asesino?», y no tiene respuesta. Durante tres días, repita. El perfil técnico de la obra Hasta el viento duele de Horacio Mata Nava, preso desde hace 35 años en un penal de la Ciudad de México, dice.

En El efecto Lucifer, Alejandro Sandria, un tallerista que estuvo preso en Reclusorio Norte durante 10 años, las radiografías muestran que se rompió las costillas mientras estaba en prisión. “La policía me habló, te digo, muy suavemente, así que llegué con las costillas rotas y moretones. Llegas con frío, he tenido días malos, y te describen como si no estuvieras golpeado: «se cayó»; Me pararon y dijeron que salté del auto, que no sabía qué tan alto era, y me caí”, dijo en una entrevista. Estas obras forman parte de la exposición Brutal que, sin distinción de ningún tipo, es una instalación de Kolëctiv Feat, una incubadora que busca artistas en prisión y tiene como objetivo ayudar a la reinserción social.

“Es una incubadora de artistas, formando artistas en prisión, dándoles la oportunidad de conseguir otro trabajo después de que salgan, del cual puedan vivir, incluso en prisión, vendiendo sus obras; abre las posibilidades de la imaginación y dice que existe esta profesión, junto con el proceso de curación y todo lo que tiene que ver con el arte, pero lo damos por hecho; el punto es que pueden ganarse la vida haciendo esto”, dijo Lulu Puig, fundadora del grupo, en una entrevista.

Kolëctiv Feat nació en marzo de 2017 en la entrada de Lulu Puig en Reclusorio Norte como coordinadora de talleres. Se le ocurrió la idea de crear una serie de obras sobre la libertad. Allí descubrió los talentos y técnicas de la gente pintando de 45 a 50 horas a la semana. En este punto, decidió compartir contenido de expresión artística, museo y arte contemporáneo en sus clases. La exposición también cuenta con la instalación La Justicia Puig, en la que leemos la frase: «En México a nadie se le niega un vaso de agua o una orden de aprehensión».

Fotos de la web de Kolëctiv Feat

También te puede interesar