Película premiada sobre la guerra en Líbano llega a México

El director libanés Oualid Mouaness declara: “Muy triste al pensar que la historia se repite (con Ucrania)”. Su película aborda un tema que no había sido retratado antes en la gran pantalla y que se estrena en salas del país el 26 de mayo.

Captura de la película

Es el verano de 1982 en el Líbano. Wissam, de 11 años, está decidido a confesarle a Joanna, su compañera de clase en una primaria a las afueras de Beirut, que su atracción por ella es irrefrenable. Pero la timidez se impone. Wissam decide proceder con la confesión, no obstante, lo hará a través de una carta anónima. Joanna recibe la misiva y confiesa con su mejor amiga que le ha halagado el mensaje. Ahora, la misión es averiguar quién es el autor de la confesión amorosa.

La historia de este amor inocente transcurre en un día de exámenes en la institución educativa. Wissam intentará en diversas ocasiones confesar de frente sus afectos por Joanna. Pero la historia de este romance adolescente transcurre con el trasfondo de un mundo adulto que terminará por irrumpir en sus vidas, poco a poco, hasta que parezca que no habrá vuelta atrás a la burbuja de la inocencia.

Yasmine es la maestra de ambos jóvenes. Dentro de ella se libra una batalla moral tan desconcertante como la que se libra a una distancia cada vez más corta. Pero Yasmine tratará de mantener el talante, controlar a sus alumnos, a la par que discute con sus colegas sobre el cada vez más inminente destino que se viene para el Líbano.

Allá, a lo lejos de este pasivo colegio, se escuchan estruendos que cada vez parecen más presentes, más cercanos, menos imperceptibles. Mientras Wissam intenta una y otra vez su noble confesión, el semblante de su maestra desencaja, con cada noticia que transmite la radio, con las columnas de humo que hacen de la realidad algo cada vez menos ocultable para los pequeños a su cargo. Una guerra es inminente y a todas luces incierta, hasta que los combates aéreos, la explosiones, los bombardeos, los rodean a la distancia. ¿Qué hay de los padres de una parte de los alumnos? ¿Por qué no responden a las llamadas de emergencia ante la impostergable evacuación del colegio? Nadie está preparado para esto.

Es el argumento de la multipremiada cinta “1982: el año que cambió el Líbano”, ópera prima del director libanés Oualid Mouaness y protagonizada por la reconocida actriz Nadie Labaki, que se estrena en México este 26 de mayo en salas de la cadena Cinemex y la Cineteca Nacional, así como el 27 de mayo en cines seleccionados.

La cinta relata la disolución de la pasiva vida de una institución educativa después de la invasión del ejército israelí al sur del Líbano, sucedida el 6 de junio de 1982. Es un trabajo, sin embargo bello y de esperanza, del realizador a partir de sus recuerdos de infancia durante la también llamada Guerra del Líbano. Es, sin embargo, una visión diferente de la guerra, desde la perspectiva de los más pequeños, aquellos que no advierten los peligros que acechan.

En conferencia para la prensa especializada en México, el director declara que no fue fácil plantear en su filme esta guerra sucedida hace 40 años en el Líbano puesto que se trata de un tema que aún divide las opiniones y del que hasta este filme no se había hecho ningún trabajo fílmico.

“Me dijeron que no (hiciera mi película), que era una situación muy polémica e iba a meterme en problemas, entonces les dije que esperaran a ver cómo iba a hablar de este tema porque sí iba a hablar de la guerra, pero lo haría desde una perspectiva humana, iba a hablar desde los dos lados del conflicto pero lo haría con respeto”, dice Mouaness.

La historia, comparte, había rondado su cabeza desde la década de los 90, pero el ángulo finalmente llegó hace pocos años, cuando relató dónde se encontraba él al momento de la invasión de las fuerzas israelíes.

“Lo que se retrata en esta película es mi último día de escuela y cómo al ser un niño yo no entendía realmente lo que estaba pasando en ese momento. Pero ya al ser adulto, cada vez que recordaba lo que había sucedido, me ponía muy emocional”.

El director señala la importancia de hablar de la guerra pero desde la perspectiva humana, de quienes no tienen que elegir una postura o involucrarse directamente en las agresiones y sus escaladas de violencia, que son la gran mayoría de quienes se ven afectados por un conflicto bélico. De ahí que la perspectiva de un grupo de infantes fuera el marco perfecto para resolver su relato.

Se le pregunta qué mensaje puede transmitir esta cinta a las víctimas de la guerra actual en Ucrania.

“Me parece que hay algo muy triste al pensar que la historia se repite. Me parece triste que hemos perdido la capacidad para entablar un diálogo real. Hay un agresor que es Rusia y del otro lado está la OTAN con Estados Unidos, y en medio está el pueblo ucraniano que por más que sea resiliente está atrapado entre esas lógicas. No soy político, pero como pacifista me hubiera gustado que los políticos hicieran algo para evitar esta locura. El mensaje que puedo dar es que la guerra nunca es la respuesta”, declara finalmente.

Por su trabajo, Oualid Mouaness se ha llevado premios como Mejor Película en el Asian World Film Festival, el Premio de la Crítica de la FIPRESI en el Gouna Film Festival y el Premio NETPAC a la mejor cinta de Asia en el Festival de Toronto.

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