Arte y ciencia se reúnen en una obra de diplomacia en México

Si la exposición La tabla de loselementos, comisariada por la editorial María Luisa Passarge y el fotógrafo Rogelio Cuéllar, atrajo al público a visitarla en la Universum en 2019, el libro está dedicado al proyecto conjunto. Esta ciencia y arte “es un cuadro extraordinario del universo y una gran obra de la diplomacia artística y científica de México con el mundo”.

Arte y ciencia se reúnen en una obra de diplomacia en México

Durante la presentación del catálogo, coedición entre La Cabra Ediciones, la Secretaría de Relaciones Exteriores y el gobierno de Hidalgo, que se realizó ayer en el Palacio de Minería, Passarge señaló que el proyecto que iniciaron en 2018, cuando la Unesco dedicó ese año a celebrar la creación de la tabla periódica de los elementos químicos, “cierra su ciclo en casa”.

La exposición de hace tres años, recordó, “fue una fiesta, donde artistas y científicos, además de un gran público conformado por niños, jóvenes y adultos, convivieron y demostraron que la ciencia y el arte comparten creatividad, curiosidad, inteligencia y pasión”.

Cuéllar destacó que los catálogos impresos de exposiciones son imprescindibles, pues “ayudan a la formación de públicos y lectores, permiten al espectador no depender de la memoria para tener el registro de la vivencia y relacionar lo visto y lo vivido con los textos y contenidos históricos e intelectuales de la obra.

“Las exposiciones a través de sus catálogos viajan y dejan sus huellas en la historia del arte, en el periodismo, en la crítica académica y en la antropología cultural. Por eso pensamos que es importante hacer una redición de este libro, accesible al público en general.”

En el encuentro participaron, entre otros, el rector de la UNAM, Enrique Graue; el canciller Marcelo Ebrard y el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, quien destacó que esta “pieza editorial única” tiene un profundo significado, sobre todo porque reivindica a Andrés Manuel del Río (1764-1849), científico novohispano que describió por primera vez en América un nuevo elemento químico, el Pancromio (tambien llamado Eritronio o Zimapanio), extraído de las rocas de la comarca minera de Zimapán, Hidalgo, en 1801.

“Para nosotros, esa es una aportación científica de México para el mundo. Del Río libró su propia batalla para el reconocimiento internacional del descubrimiento del Zimapanio, nombrado así en honor al municipio donde lo halló, pero adjudicado a un investigador sueco que contó, obviamente, con más recursos y apoyos para validar sus observaciones.

“¿Cómo podríamos reivindicar a Andrés Manuel del Río? Con el magnífico libro que hoy nos convoca. Hacer ciencia es la respuesta y más en este momento de complejidad; los mexicanos no debemos tener limitantes”, puntualizó el gobernador.

También te puede interesar