“A mi relación con Netflix le salió un chipotito”: Luis Estrada sobre ‘¡Que viva México!’

En entrevista, el director Luis Estrada dice que está en busca de distribuidor para pagar a Netflix por los derechos de su más reciente película ¡Que viva México! y que impulse su llegada a salas de cine

“Me saqué la rifa del tigre y se abrió la caja de pandora al mismo tiempo”, es la respuesta que Luis Estrada dio a MILENIO la tarde de ayer, luego de darse a conocer que el estreno de su más reciente película ¡Que viva México! entró en pausa por un desacuerdo con Netflix. 

A un día de su llegada a salas de cines selectos, antes de su arribo a la plataforma de streaming el 16 de noviembre, el cineasta optó por un camino distinto: “No hay secretos, suscribo el comunicado de Netflix, tenemos una relación cordial de hace tiempo y estoy agradecido”. 

De acuerdo con Estrada, el gigante del entretenimiento “siempre fue claro” en cuanto a las condiciones para producir su película, y a pesar de “la frustración” que le provocaba el hecho de permanecer poco tiempo en cines, aceptó las reglas del juego para lograr el filme.  

“Si no hubiera aceptado esas condiciones, Netflix no habría aceptado hacer la película, porque eran sus reglas y me lo dejaron muy claro desde el principio, pero también me dijeron que eran las reglas para todos, que era una política inamovible”, explicó Estrada. 

“Se hacia la película como original de Netflix y se tomaría en consideración para cines selectos, pero cuando surgió la posibilidad de hacer una excepción con Bardo yo dije: ‘Tiempo fuera, ustedes me dijeron que eran políticas inamovibles’”, agregó el cineasta. 

De acuerdo con lo pactado, ¡Que viva México! seguiría el camino de otras cintas como El irlandés, de Martin Scorsese; y Roma, de Alfonso Cuarón, pero tras conocer el tratamiento para el estreno de Bardo, “a mi relación con Netflix le salió un chipotito”, comentó Estrada.  “Lo que no es parejo es chipotudo, por eso dije: ‘Tiempo fuera, yo quiero lo mismo’. Traté de negociar y lo que conseguí es que les voy a comprar los derechos de la película, no puedo decir cantidades, pero ahora tengo la oportunidad de salir a buscar un distribuidor”, dijo. 

Busca aliados

Tras este movimiento, la principal preocupación de Estrada es encontrar aliados “que me ayuden a pagar lo que ahora le debo a Netflix y que me ayuden a estrenarla; es importante llegar a Estados Unidos, porque la historia de Pancho Reyes es la historia de los chicanos”. 

  Estrada dejó claro que, si bien con esta película su relación con Netflix tomó un camino distinto, no se trata de una ruptura, “Netflix va a ser mi casa, si ellos me quieren: con ellos están mis películas pasadas. Y para responderte, sí, tenemos otros proyectos en puerta”. 

“Por supuesto tengo un plazo y por supuesto que sí va a estrenar en Netflix, pero debo conseguir un distribuidor que me haga la mejor oferta para que la película se estrene en la mayor cantidad de cines, la película ya es mía, de Bandidos Films y de Luis Estrada”, agregó. 

Durante la entrevista, Luis Estrada compartió que le costó cinco años levantar el proyecto de ¡Que viva México!; en cinco ocasiones buscó apoyo estatal a través de las instituciones culturales y cinematográficas, en su momento con el Fonca y con Imcine, pero no se logró.

  Fue en ese momento cuando aceptó las condiciones de Netflix, pues tiempo atrás lo habían buscado para realizar series, algo que no le interesó al cineasta, “la cuestión es que es la primera película que hago sin apoyo del estado, luego llegó Netflix y les dije que tenía esto”. 

La historia se filmó en tiempos de pandemia, con un elenco que incluye a su actor de cabecera, Damián Alcázar, y otros talentos con quienes ya había trabajado, como Joaquín Cosío. Los nuevos rostros también son de peso: Alfonso Herrera y Ana de La Reguera. 

—Es tu película más ambiciosa, en términos de lo que debió costar, tienes un reparto increíble y se filmó en un periodo complicado de covid, ¿va a ser más difícil distribuirla que El infierno o La dictadura perfecta? 

Creo que no, porque te voy a decir algo muy temerario: creo que es mi mejor película, y pasó algo insólito con el tráiler de Netflix que estuvo y que ya no está en YouTube, fue visto por más de 60 millones de personas y generó una cantidad de comentarios tremenda. Eso habla de una expectativa enorme; los exhibidores y distribuidores no son tontos, creo que estas manifestaciones de interés o morbo ayudarán a que la película sea atractiva, y cuando se vea no habrá manera, para bien o para mal la gente sabe qué tipo de cine hago”. 

Apuesta por los cines 

Luis Estrada considera que tras este nuevo camino, la película abre una posibilidad para que el cine mexicano se encuentre en las salas de cine con su público, “la gente está regresando al cine, pero es cine horrible, comercial, películas de superhéroes”, dijo. 

“Sí es real que ya volvieron los grandes números, pero el cine mexicano no ha remontado la caída de la pandemia; voy a hacer una apuesta temeraria, esta película puede servir para que el público mexicano se reencuentre con su cine si la apoyan en salas”, agregó. 

Puede estar equivocado o no, ahí está la apuesta para defender lo que siempre ha visto como su filosofía de vida: ver las películas en una pantalla grande, “voy a defender esta película haciendo honor al apodo de mi padre, como perro, por amor al cine”, dijo. 

La historia

¡Que viva México! narra la historia de Pancho, un hombre que regresa a su pueblo para reclamar una herencia familiar. Obedeciendo a la filmografía y estilo de Estrada, ofrece una sátira política y social que apunta al núcleo familiar y a la polarización social actual. 

“Es una película es atractiva, provocadora, divertida, polémica, incorrecta políticamente hablando y habla del tema que nos está carcomiendo, la polarización, porque unos creen que López Obrador es el mejor presidente y otros que es satanás, es la verdad”, dijo.

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