Llegaron las vacaciones de verano y con ellas el ansiado respiro para los miembros de la realeza europea. La mayoría aprovecha este tiempo para alejarse de las reuniones públicas en sus residencias de verano o hacia los destinos más populares de naturaleza, sol y playa.
Las islas griegas o la bella Toscana, por ejemplo, es donde solemos ver a Guillermo y Máxima de Holanda; la reina Isabel, viaja hasta Escocia; y los príncipes Haakon y Mette-Marit suelen pasar unos días al Norte de Noruega, así como una breve visita a las islas Baleares donde se les ha visto practicar todo tipo de deportes acuáticos.
La reina Isabel II es una de las monarcas que más disfruta en su segunda residencia, el Castillo de Balmoral, en Escocia. Durante décadas, la soberana ha veraneado en este enclave ubicado en las Highlands escocesas, donde suele hace unos grados menos que en la ciudad de Londres. Un clima que mejora el estado de salud de la madre del príncipe Carlos y que le permite, además, hacer dos de sus actividades favoritas: montar a caballo y pasear a sus perros por el campo.
Los Bernadotte disfrutan de los días libres en la isla de Öland, en el mar Báltico. El Castillo de Solliden sirve como lugar de encuentro para toda la familia. La princesa heredera Victoria celebra tradicionalmente su cumpleaños en esta impresionante extensión de más de 80 hectáreas y con diversos jardines temáticos que invitan a dar largos paseos.
Pero aún hay más para Carlos Gustavo y su familia. La Familia Real sueca suele pasar unos días de vacaciones en la Costa Azul. En 1997, el monarca compró la Villa Mirage en Sainte-Maxime.
La reina Margarita, junto a los príncipes Federico y Mary y el resto de la familia tienen como tradición pasar unos días en el yate real Dannebrog durante el verano. El barco de 78 metros de largo también tiene suficiente espacio para toda la familia de seis personas y la tripulación. En 2019, la Casa Real danesa navegó por varios lugares del país, la mejor manera de que las nuevas generaciones aprendan y conozcan más acerca de la tierra en la que han nacido.
Cuando la Familia Real danesa se cansa de su residencia flotante, se mueve hasta Graasten, su residencia de verano desde 1935. Sin embargo, Margarita de Dinamarca y su clan solo tienen el derecho de uso, no se trata de una propiedad de la Casa Real. Château de Cayx también sirve como retiro regular. Este castillo en el sur de Francia era el lugar favorito del príncipe Henrik (fallecido en 2018) y ha sido propiedad de la familia real desde 1974. En julio de 2020, el príncipe Joaquín estuvo de vacaciones allí con sus cuatro hijos.
Desde 1975, el rey Guillermo de Holanda a su familia se han visto atraídos por Italia. La familia posee una casa de vacaciones en la Toscana. Sin embargo, hubo un robo allí en julio de 2020, algo que desde entonces no les ha hecho sentir seguros del todo. Por este motivo, los reyes y sus hijas pasan unos días en Grecia. La familia también posee una impresionante villa lejos de cualquier paparazzi.
La naturaleza noruega es una de las más bellas del mundo. No es de extrañar que la princesa heredera Mette-Marit y sus seres queridos estén felices de quedarse en el país. La Casa Real pasa parte del verano en la isla de Dvergsøya en Kristiansand. Allí alquilan casi todos los años Villa Vogts, que se encuentra junto al mar. El área de recreación local en medio del Mar del Norte impresiona con rocas ásperas y bosques densos. La villa de madera blanca fue construida en 1917.
Pero las Baleares también entran en los planes veraniegos de Haakon y su familia. Allí han sido vistos en varias ocasiones disfrutando de los deportes de agua. y del ambiente de cada una de las islas.
Playas de arena blanca, aguas turquesas y temperaturas de hasta 30 grados… no hay mejor manera de pasar tus días libres. Incluso la princesa Margarita amaba a Mustique. Hoy, Kate Middleton y el príncipe Guillermo vuelan regularmente a la apartada isla caribeña con sus hijos, donde los paparazzi tienen prohibido ingresar al país. Un extra de tranquilidad muy necesario para ellos.
